
¿Qué son los PECS? Los PECS son un sistema de comunicación alternativo y aumentativo que permite a las personas con TEA y otros trastornos con déficits en el lenguaje utilizar este sistema como una manera distinta, alternativa o complementaria a la comunicación habitual. Está compuesta por una serie de imágenes, muy sencillas y habituales, que se van intercambiando y les permiten a las personas que las utilizan expresar deseos, intenciones, necesidades, rutinas, etc…
Historia.
Su nombre original es Picture Exchange Comunication System, pero se lo conoce habitualmente con su abreviatura PECS. Fue creado en el año 1985 en los Estados Unidos por Andrew Bondy y por Lori Frost, psicólogos y logopedas. Su diseño fue realizado con el fin a ser aplicado inicialmente con niños de 5 años con TEA que aún no lograban adquirir el lenguaje. Ellos participaban de un programa llamado el Delaware Autism Program. El éxito y eficacia que tuvo este programa permitió replicarlo en otros niños con ausencia del lenguaje o con el habla disminuida. Y rápidamente, su sencillez, facilidad de aplicación, versatilidad y eficacia hizo que su uso se expandiera a lo largo de todo el mundo y que fuera utilizado no solamente en niños con TEA, sino que se amplió su uso a otros trastornos.
Intención comunicativa.
Un punto diferencial de este sistema es que permite potenciar lo que se conoce como la intención comunicativa, como la iniciativa en el comunicar, querer decir, expresar pedir. Un sistema que no depende necesariamente en que el adulto u otro este señalado o acercando imágenes, sino que se puede iniciar por la propia intención del niño.
Su uso y utilidad.
Como todo programa e intervención que se realiza, o como toda herramienta, esto no se hace de manera gradual. Es un sistema que ha de irse aprendiendo paulatinamente en el que se comienza por enseñarle al sujeto el intercambio de una tarjeta por un objeto de manera de poder pedirlo. Una vez que este primer paso se adquiere, se van entrenando pedidos más complejos y la utilización de tarjetas combinadas entre si de manera de ampliar el repertorio de comunicación.
Este sistema está fuertemente ligado al Análisis Conductual Aplicado, por que justamente se basa en enseñarle al sujeto en la primera fase de su implementación que el entregar una tarjeta puntual con la imagen de ese objeto valorado, le remite directamente a lograrlo, lo cual funciona como un refuerzo positivo que aumenta la posibilidad de que esa conducta se repita a futuro.
Cómo se aplica.
Este sistema se aplica con una serie de tarjetas y muchas veces un cuaderno o dispositivo que permite irlas almacenando para que sean utilizables y accesibles para el sujeto en cuestión. Pero su entrenamiento consta de una serie de fases que permiten ir complejizando y enriqueciendo su uso. La fase 1 comienza con el aprendizaje inicial de la herramienta y el intercambio entre tarjeta y objeto. Por tal motivo, una primera etapa de exploración adulto a cargo en donde se tengan bien en claro los objetos favoritos del niño es fundamentales. La motivación es central. El niño en este primer periodo tiene que entender y sentir que este sistema le abre puerta y lo lleva directamente hacia donde quiere. De esta fase inicial hasta la última, se van complejizando, con el objeto de que el sujeto pueda aprender a pedir discriminando entre diferentes objetos, incluso a armar frases, responder, preguntar y emitir su opinión.
El uso de pictogramas en TEA para habilidades de la vida diaria.
Un uso muy frecuente y alternativo en TEA es utilizar el uso de pictogramas para organizar y planificar actividades de la vida diaria del niño. Desde los pasos para vestirse, ir al baño, los momentos del día, etc… El uso de estas agendas es útil y visual, les permite organizarse. Su necesidad, uso, utilización y frecuencia ha de ser planificado, no obstante, por el equipo de profesionales que lo atienden.
En este punto se hace importante enfatizar que este sistema es un sistema que ha de ser evaluado por un equipo de profesionales, entendiendo el caso individual de cada sujeto y si es necesario y beneficiosos el uso de esta herramienta. Cuando un niño con Tea u otro trastorno tiene el habla disminuida, no necesariamente tiene que utilizar PECS. Si no que es una herramienta que se utiliza cuando los intentos anteriores no han arrojado los resultados esperados. Pero siempre su indicación como su funcionalidad para el tratamiento del niño tienen que provenir del equipo que lo atiende.
Este sistema, bien aplicado, permite ampliar el horizonte comunicativo del niño. Ayudándolo a expresarse, a pedir jugar, tomar, comer, ir, hacer, etc…. La repercusión que el lenguaje tiene en lo que sentimos y en nuestra conducta es indiscutible, con cual es de esperar que cuando esta herramienta le empieza a ser de utilidad al niño, es posible que muchas otras cuestiones asociadas, como la ansiedad, los problemas de conducta asociados a la falta de herramientas de comunicación empiecen a disminuir.