La base de la empatía está en poder ponerse en el lugar del otro. Es poder contemplar lo que otra persona puede sentir en diferentes situaciones. Y para ser empáticos, como personas y como sociedad, la clave es estar atentos, estar predispuestos, informarse y escuchar. Para quien no presenta alteraciones en la sensorialidad, alguna condición del espectro autista, del aprendizaje u otra que pueda modificar nuestros sentidos, ir al cine, ir al concierto, a un recital, a un shopping o a la cancha, son experiencias relativamente normales. Entre ese rango están las personas que prefieren el ruido y las multitudes a las que prefieren programas más tranquilos, pero en lo común todos pueden participar de la experiencia, tolerarla y disfrutarla.
Cuando estas condiciones no nos tocan de cerca, pensar que a algún niño no le va a gustar ir al cine o que esto pueda ser una experiencia aversiva nos parece difícil de imaginar. Pero es muy frecuente. No es que la idea al cine, al teatro o al shopping sean aversivas, sino “las condiciones en las que se dan” estas salidas. La gran intensidad de luz, el sonido fuerte, la cantidad de gente y de estímulos en simultaneo pueden ser realmente agotadores, disruptivos y desreguladores para muchas personas con algunas de estas condiciones. Y frente a esto la pregunta fue…
¿Hay algo que se pueda hacer para modificar esto?
Y la respuesta fue afirmativa. Hay toda una serie de adaptaciones que se pueden realizar para que, por ejemplo, una ida al cine resulte no solo tolerable, sino que también placentera para un niño, por ejemplo, con una condición del espectro autista.
¿Qué es una función distendida?
Una función distendida es cuando es adaptada una función de cine, teatro, concierto, recital o espectáculo de manera de que la luz, el espacio y el sonido resulten adecuados para todos los participantes.
Funciones distendidas en la Argentina
En Argentina ya se empiezan a ver varios ejemplos afortunados, lo que permite tener cierta luz esperanzadora a lo que respecta al respeto y a la real integración. Muchas películas en estos últimos dos años sobre todo películas infantiles, han puesto a disposición algún horario para que la misma fuera vista con dichas adaptaciones. En cines de CABA y Gran Buenos Aires, afortunadamente, esto empieza a ser una realidad. Sin ir más lejos, el Musical Shrek que se realiza en el teatro Maipo en agosto del presente 2023, ya cuenta en su agenda con una función distendida programada.
Otro gran hito dentro de este tema fue que este año también el teatro colon brindó su primera función distendida en el marco de la obra “Los 100 años de Disney”.
River, por su parte, junto con “River sin Barreras” promovió dentro de su estadio, una función de cine distendido.
Todo indica que este camino se empieza a acelerar. Con la ayuda de profesionales, familias, ongs y los medios de comunicación…mucho se puede hacer para que desde la sociedad se tome conciencia y se produzcan cada vez más estos espacios.
¿Qué adaptaciones tiene una función distendida?
- Son suavizados las luces y los sonidos.
- La concurrencia es un poco menor que una función convencional, de manera de que sea más tranquila y la gente pueda moverse más cómodamente.
- Las puertas permanecen abiertas, fomentando la sensación de libertad en caso de que alguien necesite salir a descansar.
- Existe una sala de “regulación sensorial” a la que se puede acudir de ser necesario.
- Se permite el uso de elementos sensoriales o de ayuda: fidgets, audífonos, etc…
No hay dudas de que todavía existe un largo camino por recorrer. Pero el que las funciones distendidas existan y el que empiecen a ser más frecuentes nos habla de la existencia de espacios vacíos que se empiezan a llenar. Ojalá cada vez existan más funciones distendidas y que cada vez se amplíen en ubicación geográfica a todas la provincias y a todo tipo de espectáculos.