Desorden por déficit de Atención con o sin hiperactividad: ADD o ADHD. ¿Qué es y cómo abordarlo?

  • ¿Qué es el Desorden por déficit de Atencion con o sin hiperactividad?

El Desorden por déficit de Atencion ya sea con o sin hiperactividad es un trastorno del desarrollo que afecta a millones y millones de personas. Por lo general es detectado en la niñez, cuando cuestiones sintomáticas alteran la normal escolarización de los niños, su aprendizaje y socialización. A grandes rasgos es un trastorno del neurodesarrollo de causas aún inespecíficas pero que se manifiesta por la presencia de alteraciones en la atención, el control de impulsos y en algunos casos la hiperactividad. El DSM V detalla los criterios diagnósticos específicos en estas áreas principales, describiéndolo como un comportamiento que se repite a modo de patrón característico de la persona. Si bien los síntomas pueden estar exacerbados por cuestiones ambientales, ha de presentarse repetidamente en diferentes situaciones de la vida cotidiana del niño.

  • Síntomas típicos

Se observa en estas personas, tanto niños como adultos, síntomas característicos que son un patrón continuo de comportamiento. Ha de manifestarse en los diferentes ámbitos de su vida, escuela, trabajo, vida familiar, vida social con pares, etc.… y para ser diagnosticado como tal, según criterios del DSM V ha de haberse presentado al menos durante seis meses.

Lógicamente existen otros trastornos, del neurodesarrollo o no, que pueden presentar similitud sintomática, por tal motivo siempre es fundamental, que el diagnostico sea realizado por profesionales idóneos en la medicina, psiquiatría y psicología, luego de una evaluación integral exhaustiva y también descartando otras cuestiones médicas.

Dicho esto, puede decirse que los síntomas típicos que se observan son:

  1. Dificultad para mantener la atención por periodos prolongados de tiempo (según lo esperable para la edad)
  2. Dificultad para organizarse 
  3. Incapacidad para mantenerse sentados en un lugar
  4. Movimiento constante de manos
  5. Moverse constantemente en el lugar como si estuvieran intranquilo
  6. Fantaseo constante
  7. Dificultad para controlar impulsos
  8. Dificultad para tolerar la espera o la frustración
  9. Olvidos frecuentes

Lógicamente estos síntomas se repiten en el tiempo y en diversos ambientes. Traen aparejados otras cuestiones asociades inevitables a las repercusiones que les trae en su vida diaria, sus actividades y relaciones: depresión, ansiedad, baja autoestima. 

  • El diagnóstico

Existen diferentes pruebas diagnósticas para determinar de confirmar la presencia de este trastorno. Luego de la observación sintomática, las entrevistas a padres y docentes del niño, un screening y diferentes evaluaciones médicas y psicológicas arrojan luz a este diagnóstico.

Como siempre el diagnóstico es un punto de partida para comprender lo que vive el niño en silencio. Su manera particular de procesar la información, de percibir el mundo, de vincularse con otros. Sus necesidades de apoyo y su forma de aprender por sobre todo.

  • El tratamiento

Esta información es el punto de inicio para trazar un tratamiento a medida y eficaz. Trazando una hoja de ruta que le permita al niño, y al adulto con ADD, trabajar los síntomas asociados al trastorno, los emocionales y los cognitivos. También encontrar las herramientas y los apoyos necesarios para potenciar su aprendizaje, superar desafíos y potenciar todo lo que su mente fantasiosa puede convertir en creatividad.

  • Subtipos

A lo largo del tiempo, los términos ADD y ADHD han sido utilizados indistintamente, pero no es lo mismo. Si bien los síntomas troncales son los mismos, existen diferencias en su estilo, diagnostico y tratamiento que han de ser tenidos en cuenta.

ADD

En este subtipo clínico los síntomas tienen que ver con la incapacidad para organizar las tareas diarias, escolares, etc. Dificultad para focalizar, mantener al atención y fantaseo constante. Se les hace difícil hacer foco en algunos detalles o seguir instrucciones o consignas. Lo que es fundamental detectar ya que esto puede perjudicar su capacidad comprensiva ante lo que se les pide en el colegio. Son personas que tienden a distraerse, fantasear, desorganizarse y a tener olvidos frecuentes.

ADHD

En este subtipo clínico los síntomas manifiestos tienden a la hiperactividad, al movimiento constante, a la incapacidad de mantenerse sentados. Las manos que se retuercen, un habla sin parar, interrupción a otros e incapacidad para controlar impulsos.

MIXTA

En este subtipo clínico se encuentran presentes síntomas de ambos: ADD y ADHD.

En conclusión, diagnosticar este trastorno es fundamental para mejorar la calidad de vida de las personas que lo padecen. Poder saber, comprender y tratarlo es el primer paso para mejorar su bienestar físico, cognitivo y emocional. Intentar frenar el espiral de conductas disruptivas crecientes que lo llevan a una vida de incomprensión y soledad. Los tratamientos más utilizados en esta área implican muchas veces una asociación de varios: desde las terapias cognitivo conductuales, apoyo psicopedagógico, psicológico y farmacológico. 

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