Trastornos del lenguaje

Un abordaje claro, eficaz y lúdico

En el diagnostico y en la evolución de los niños existe una dificultad que a veces aparece por si sola o a veces viene asociada como parte de un diagnóstico mayor, el retraso en la adquisición o comprensión del lenguaje. Y cuando se da por sí sola recibe el nombre de Trastorno del lenguaje (TL). Dicho trastorno lógicamente empieza a diagnosticarse a temprana edad, cuando se observa que el niño empieza a mostrar dificultades en algunas de las áreas típicas del lenguaje. Para los cuatro años, suele haberse diagnosticado en la mayoría de los casos. 

Los padres de estos niños suelen empezar a notar ciertas particularidades o signos de alerta a los que es importante estar atentos y consultar con el pediatra de cabecera en primera instancia para su eventual derivación o evaluación.

Signos de alerta: 

  • El niño muestra retraso en el aprendizaje de palabras, adquisición del lenguaje o ampliación del repertorio. El habla puede no ser claro.
  • Demora en formar oraciones.
  • Muestra dificultad en enriquecer el repertorio del lenguaje, utiliza las mismas y pocas palabras y difícilmente pueda sostener una conversación fluida.
  • Desde lo comprensivo, puede no entender lo que se le dice o consignas básicas. Esto puede hacer que parezcan desafiantes o desobedientes, pero muchas veces tienen que ver con que no logran comprender qué se les pide.
  • Tienen dificultad para seguir instrucciones, no porque sean tercos, sino porque no entienden bien las palabras que se les dicen.

Diagnóstico:

Lógicamente, al diagnóstico ha de arribarse mediante la consulta profesional. Una vez habiendo descartado los pasos y tiempos evolutivos lógicos de la adquisición del lenguaje y las diferencias individuales y culturales en este aspecto. También, cuando se han descartado otras cuestiones, como sordera.

El trastorno del lenguaje es diagnosticado cuando se cumplen con los criterios diagnósticos para determinar que hay dificultades y retrasos en las habilidades de comunicación del niño. Teniendo en cuenta que el lenguaje es un proceso complejo de las personas en el que intervienen diversidad de otras funciones cognitivas y físicas, puede decirse que hay tres subtipos de Trastornos del Lenguaje, según el aspecto que este comprometido. 

Otros cuadros pueden presentar retrasos en el lenguaje como el autismo, el Síndrome de Down o el trastorno general del desarrollo, entre otros. Pero es diagnóstico como “Trastorno del Lenguaje” cuando se da por sí solo.

Tipos

  • Trastornos del Lenguaje de tipo Receptivo: Se ve afectada la capacidad del niño de comprender palabras y consignas.
  • Trastornos del Lenguaje de tipo Expresivo: Se ve afectada la capacidad del niño de hablar, expresarse, enriquecer su vocabulario, etc… 
  • Trastornos del Lenguaje Mixto: tanto la comprensión de lenguaje como su expresión se ve afectada. Según cada individuo serán las diferencias. 

Tratamiento

El tratamiento debe apuntar a cuestiones fonoaudiológicas, tanto expresivas como receptivas. El objetivo principal es acrecentar la adquisición y expresión del lenguaje gradualmente pero planificadamente. 

Lo que se busca es ir aumentando la cantidad de palabras que se expresan como las que se perciben. Realizando un trabajo educativo desde lo fonoaudiológico, lo psicológico y lo conductual. 

Para ello pueden realizarse diversidad de actividades que apunten a estimular el habla desde diversas áreas: el registro fonoaudiológico básico de la boca, primeros sonidos, la incorporación de las palabras a través de imágenes, el juego, las canciones, etc….

Premisas básicas para estimular el lenguaje

Cuando nos encontramos ante un niño con un retraso en la adquisición o comprensión de lenguaje, existen premisas básicas y sencillas que ayudan a su aprendizaje.

  • Hablar con claridad
  • Utilizar lenguaje sencillo
  • Utilizar frases cortas despacio
  • Sostener la mirada y estar a la altura del niño para que pueda observar nuestra cara y gestualidad o labios.
  • Apoyar la palabra con gestos si es necesario
  • El mensaje tiene que ser acorde al nivel cognitivo o edad del niño
  • Intentar captar su atención o motivación, eso ayuda a que aumente sus ganas y esfuerzos por entender y hacerse comprender
  • Reforzar las aproximaciones y esfuerzos

El trastorno del lenguaje puede perjudicar el desempeño y desarrollo del niño, traer aparejados cuestiones conductuales, sociales y emocionales. Como siempre diagnosticar tempranamente permite aumentar sus posibilidades de trabarlo y mejorar.

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