Estrategias que acompañan las diferencias individuales de cada niño
Nuestro cuerpo está compuesto por los más enigmáticos e increíbles sistemas y subsistemas que alguna vez pudiéramos imaginar. Cada parte de nuestro organismo cumple un rol fundamental en nuestra coherencia central y nuestro funcionamiento general. Cuando algo de esto no funciona adecuadamente, se traduce en infinidad de signos y síntomas. Cuando estos signos y síntomas son recurrentes y convergentes podemos decir que estamos frente a la presencia de tal o cual trastorno, de tal cual síndrome. El sistema vestibular, una pequeña perla en nuestro cuerpo, cumple una función clave en nuestro equilibrio y su disfunción se observa muchas veces en muchos tipos de neurodiversidad, como el autismo. Pero para acompañar aquellas diferencias sensoriales y vestibulares existen algunas estrategias que se pueden tener en cuenta.
¿Qué es el sistema vestibular?
El sistema vestibular es un pequeñísimo sistema que está ubicado dentro del oído interno de las personas. Cumple una función realmente muy importante para todos nosotros, puesto que está encargado de regular una función importantísima: la del equilibrio. También, en consecuencia, tiene un rol central en el registro del espacio físico y corporal.
Por ende, este complejo y sensible sistema compuesto por diferentes canales y células nos brinda información de cuando nos movemos, giramos o mismo de cuando hay cambios en la velocidad y direccionalidad. Influye mucho en nuestra autopercepción del registro corporal y del equilibrio.
Su existencia, y la posibilidad que nos brinda de sentir la estabilidad o la gravedad bajo nuestros pies, es lo que nos permite ir creciendo en la autoconfianza.
Los niños hipo vestibulares:
Es el niño que necesita constantemente moverse de manera intensa y brusca con grandes dificultades para mantenerse sentado y quieto. Es como si estuviera buscando constantemente información sensorial necesitando confrontar y sin sentir el medio. Parece tener una alta sensibilidad al dolor. Otra característica muy usual en los niños de perfil hipo vestibular es que constantemente giran y giran. Disfrutan de dar vueltas, y pueden hacerlo por mucho tiempo sin aparentar marearse.
¿Qué podemos hacer para ayudar a un niño con poco registro vestibular?
- Una de las principales estrategias tiene que ver con buscar la funcionalidad de la conducta. Que la conducta o la acción que parece errática, por que sí o sin sentido tenga un para qué. Y este sentido lo pueden favorecer los adultos: por ejemplo, que ese correr sea para buscar las pelotas del jardín, o para jugar a la mancha, o para jugar a ser trompos.
- El movimiento es algo central en el sano desarrollo de los niños. Los niños necesitan moverse mucho más que los adultos. Y, es más, el movimiento, los prepara de mejor manera para aprender adecuadamente. Entendiendo esto, y sabiendo como es el perfil de estos niños hipo vestibulares, se puede planificar los momentos de aprendizaje intercalados por recreos con movimiento. Esto evita las conductas erráticas, los problemas de conducta, le da un sentido a su movimiento y los prepara mejor para seguir aprendiendo. Además, les permite incorporar un hábito saludable de aprendizaje, empezando a ser autoconscientes de sus necesidades y tiempos, gran herramienta para la vida.
- Desde la terapia ocupacional se puede inculcar el aprendizaje y registro corporal.
- Se pueden colocar bandas elásticas en las patas de las sillas para favorecer el movimiento aun sentado como el movimiento de las piernas o sentarse en diferentes posiciones, como por ejemplo encima de una pelota de yoga.
- Es importante entender lo importante que se vuelve que estos niños realicen deporte activamente. Puede ser cualquier deporte de su preferencia, pero que favorezca el movimiento. Incluso, ir intercalando entre diferentes actividades colabora a que vayan adquiriendo mayor registro corporal. Andar en bicicleta es una actividad muy recomendada en este sentido.
Y a modo de conclusión, que importante es conocer el perfil sensorial de nuestros niños. Quizás de no entenderlo, muchas conductas pueden ser interpretadas de manera errónea como desafíos y oposicionismo, cuando muchas tienen que ver con una necesidad biológica de aumentar el registro físico y de moverse.